Conductismo según Watson
John B. Watson fue un influyente psicólogo estadounidense y uno de los fundadores del conductismo. Su enfoque se centraba en el estudio de la conducta observable, rechazando el análisis de los procesos mentales internos. En su artículo de 1913, defendió que la psicología debía enfocarse en predecir y controlar el comportamiento a través del condicionamiento y el aprendizaje. Watson realizó investigaciones en psicología infantil y es conocido por el experimento del "pequeño Albert", que mostró cómo se pueden condicionar respuestas emocionales en los niños. Aunque fue criticado por su reduccionismo y falta de consideración por los aspectos cognitivos y emocionales, su enfoque en la conducta observable y la experimentación tuvo un impacto duradero en la psicología y sentó las bases para futuros desarrollos en el campo.
Los experimentos de Pávlov sobre el condicionamiento clásico tuvieron una influencia significativa en los planteamientos de John Watson en el conductismo. Pávlov demostró que los organismos pueden aprender a asociar estímulos neutros con estímulos significativos, lo que lleva a respuestas condicionadas predecibles. Estos hallazgos respaldaron la idea central de Watson de que el comportamiento humano puede ser estudiado y explicado a través de asociaciones entre estímulos y respuestas. Watson adoptó el enfoque de Pávlov de enfocarse en la conducta observable y medible, dejando de lado los procesos mentales internos. Así, los experimentos de Pávlov proporcionaron una base científica sólida para el desarrollo del conductismo y su énfasis en la objetividad y la experimentación en la psicología.
EXPERIMENTOS
El experimento del "pequeño Albert" fue uno de los representativos de Watson, este fue realizado en 1920. Consistió en condicionar una respuesta de miedo en un niño de 11 meses llamado Albert, utilizando un estímulo neutro (un ratón blanco) junto con un estímulo aversivo (un fuerte ruido metálico). Watson expuso repetidamente a Albert al ratón blanco y simultáneamente hacía sonar el ruido metálico, lo que provocaba que el niño asociara el ratón con el miedo y desarrollara una respuesta condicionada de miedo al ver al ratón solo. El experimento demostró que las respuestas emocionales pueden ser condicionadas y aprendidas, lo que respaldaba la idea del conductismo de que el comportamiento puede ser moldeado mediante el condicionamiento y el aprendizaje.